lunes, 25 de noviembre de 2013

... y el siguiente movimiento del destino fue ...


¡Una bofetada con toda la mano abierta!

Y el destino se rió y me dijo:

"Toma eso, por tonta, por boba y por buena gente. Hala, pa´que aprendas a sentir pena de quien te engañó, te engaña y si tu te dejas y no espabilas, te seguirá engañando toda la vida..."


domingo, 24 de noviembre de 2013

Sintonía con el universo


Empiezo a comprender que somos juguetes en manos del destino. Y quizás sea verdad que todo esté escrito…

Siendo así, ¿para qué torcer y retorcer los renglones, si ya están trazados nuestros caminos?

Si no, ¿por qué tomé ese atajo? ¿por qué hice el camino de esa manera y no de la contraria? ¿O medio minuto más tarde?

Y es que ayer nos encontramos al doblar una esquina y mi corazón sintió que no bastaba con saludarnos.

Algo vi, algo intuí, que me hizo acercarme y escucharle. Rozarle la mano, brindarle mi apoyo…

Le encontré abatido, hundido. Sus palabras, sus gestos, todo en él denotaba que la vida le había vencido. Lejos de alegrarme, me entristeció.

Tomamos un café. No estuvimos mucho tiempo, pero ese rato bastó para darme cuenta que no le odio, que no puedo odiarle.

Hice lo que mi instinto me dictó y no lo que la gente bienintencionada me hubiera aconsejado...”Deberías odiarle,  al menos tenerle rencor…” Y es que yo, pasado el tiempo, no siento más que tristeza y pena.

Pienso que el universo confabuló para que nos encontráramos y hoy me sintiera extraña, pero no confusa. Sé que las cosas están bien como están, que así deben seguir. Él por su camino, yo por el mío, pero también sé que hay un nudo invisible que siempre, siempre, me mantendrá irremediablemente unida a él.

Ahora, sólo me queda esperar al siguiente movimiento del destino.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Sobreviviendo a mi misma


Cómo fingir normalidad cuando todo carece de cordura.

Cómo reír cuando tras las risas solo hay desesperanza.

Cómo no llorar cuando todo es desaliento.

Cómo abrazar cada nuevo día con un golpe de fe.

Y al fin, cómo descubrir que quizá mejor sería no despertar.