Volver a los diecisiete después de vivir un siglo
es como descifrar signos sin ser sabio competente
volver a ser de repente tan frágil como un segundo
volver a sentir profundo como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo en este instante fecundo
es como descifrar signos sin ser sabio competente
volver a ser de repente tan frágil como un segundo
volver a sentir profundo como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo en este instante fecundo
Éramos tan jóvenes, tan reivindicativos, tan rebeldes…, tan íntegros y honestos…
Simplemente, éramos…
Juntos descubrimos el mundo y juntos quisimos comérnoslo a bocados.
Abriendo cada día nuestra caja de futuro, de lo que estaba por venir hasta el día que amaneció vacía, tan vacía de amor que no dio más de si.
Juntos la abrimos, juntos la cerramos.
Esta canción éramos nosotros, ¡cuántas veces te la canté creyendo haber recuperado lo que ya era irrecuperable!
Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber,
ni el mas claro proceder ni el mas ancho pensamiento
todo lo cambia el momento colmado condescendiente,
nos aleja dulcemente de rencores y violencias
solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes
ni el mas claro proceder ni el mas ancho pensamiento
todo lo cambia el momento colmado condescendiente,
nos aleja dulcemente de rencores y violencias
solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes
Hice lo que creí que debía hacer. Siempre seguí los dictados del corazón. Siempre.
De par en par la ventana se abrió como por encanto
entró el amor con su manto como una tibia mañana
y al son de su bella diana hizo brotar el jazmín,
volando cual serafín al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete los convirtió el querubín
entró el amor con su manto como una tibia mañana
y al son de su bella diana hizo brotar el jazmín,
volando cual serafín al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete los convirtió el querubín
Ya no tenemos diecisiete, nunca volveremos a ellos. Los años cayeron de golpe aquella gélida noche invernal. Ya nada se nos se enreda, nada brota de nuestras manos.
Todo murió aquella noche.
Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra
y va brotando, brotando como el musguito en la piedra
como el musguito en la piedra, ay si, si, si
y va brotando, brotando como el musguito en la piedra
como el musguito en la piedra, ay si, si, si